El "Сafé le chocolat" cuenta con dos salones: el rojo y el verde. En el salón rojo hay más confort y menos espacio. Aquí se puede fumar, mover las mesas (incluso todas las 12 mesas, cada una es para dos personas), guiñarle al barman e hipnotizar la vitrina de postres. Y en el salón verde es mejor organizar almuerzos o cenas familiares, resultará ceremonioso, generoso y sin humo (9 mesas: dos pequeñas para parejas y siete grandes para cuatro o seis personas).
La cocina del "Café le chocolat" a menudo se eleva alcanzando alturas del arte culinario, por lo que vale no solo venir a comer bien, sino también para satisfacer la curiosidad respecto a la gastronomía rusa, europea y japonesa. Platos calientes suculentos: las sopas y los platos fuertes están elegidos de manera tal, que no provoquen sensación de pesadez en el estomago y ayuden a despertar el deseo de concluir el festín con los inolvidables postres de autor acompañados con una buena taza de té o café de exquisito aroma.